martes, 6 de mayo de 2014

Los hijos unen un matrimonio, no lo separa.

Una experiencia para contar

Quiero platicarte un poco de lo que he vivido a lo largo de mi vida con mi pareja para que ya no la riegues tanto como yo, ¡ups!  Aprendí,  que si se puede llevar un noviazgo en el matrimonio, porque el amor no muere en el altar, no se termina cuando llegan las responsabilidades junto con la llegada de los hijos. Es verdad  que cuando tienes la noticia de tu primer bebe, en lo último que piensas es en los gastos que se generan a futuro, el fruto de tu amor con tu pareja es más grande y  la alegría de saber que serás padre o madre.

Pero el primer error que cometes como esposo, es que no ves a tu esposa como mujer realizada y como madre, más bien la comienzas a ver como una incubadora de bebes y de tus descendientes, y toda tu atención está  en el recién nacido que en el tremendo dolor que padeció la pobre, ella tratara de pasarlo por alto pero guardara en su corazón ese momento, y a medida que van creciendo los hijos, tú la haces absolutamente responsable de las tragedias y accidentes ocasionados  para la formación de tus hijos… no lo hagas por favor! Dios dijo que tu esposa seria tu ayuda idónea.  La mujer tiende a no tenerte respeto sino más bien es miedo a fallarte, y eso va creando un estrés  para ella, así que no interpongas sin querer a los hijos entre tú y tu pareja, no se olviden del uno como del otro, dicen por ahí que los hijos son prestados y que daremos cuentas a Dios de ellos, pero también somos responsables de nuestro esposo o esposa al final de todo quedaremos tal y como comenzamos, siendo una pareja en casa, te sugiero que valores este tips! Interésate más por llevar una vida tranquila y amorosa con quien prometiste amar y cuidar el resto de tu vida.

Aquí está la clave para tener todo lo que deseas en tu hogar y en tu matrimonio:

“Tú debes confiar en Dios. Dedícate a hacer el bien, establécete en la tierra y mantente fiel a Dios.

Entrégale  a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en El, y el actuara en tu favor”. (Salmos 37:3,5)

Acepta a tu pareja como el regalo especial  de Dios para ti, te aconsejo llevar una vida llena de sorpresas diarias, se espontaneó (a) con tus detalles físicos y no solo materiales, son muy buenos los regalitos como flores y chocolates pero, sorprender con un jugueteo o un beso inesperado, es algo que vale mucho más y se guarda en el corazón, tus arranques locos por sacarle una sonrisa sorpresiva, es algo que nunca se olvida.


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